El Retiro, la Casa de Campo y el Jardín Botánico son emblemas verdes de Madrid, reconocidos tanto en España como más allá de sus fronteras. Sin embargo, la capital española alberga un patrimonio natural mucho más extenso y sorprendente, con rincones de belleza incalculable que permanecen ocultos para muchos.
Es sorprendente cómo, incluso después de años viviendo en Madrid, se puede desconocer la existencia de joyas como los jardines barrocos de la Quinta del Duque del Arco, declarados «jardín artístico» en 1935 y ubicados a tan solo 20 minutos del bullicio del centro.
¿Cómo es?
Madrid, más allá de sus parques más famosos, esconde un tesoro de espacios verdes que invitan a la exploración y al descubrimiento. Estos parajes, a menudo desconocidos incluso para los madrileños, ofrecen una escapada tranquila y enriquecedora, permitiendo conectar con la naturaleza en pleno corazón de la ciudad. La Quinta del Duque del Arco, con su diseño barroco y su rica historia, es solo un ejemplo de los muchos secretos verdes que Madrid guarda celosamente.
¿Dónde se encuentra?
Para acceder a este majestuoso complejo, cuyo estilo evoca la elegancia de La Zarzuela, basta con cruzar el imponente arco de la Puerta de Madrid. Concebido por el Duque del Arco, influyente cortesano y Caballerizo Mayor de Felipe V, entre 1726 y 1737, el conjunto arquitectónico se erige hoy como el ejemplo más refinado del barroco tardío en España.
El diseño de sus jardines, obra de Claude Truchet, fusiona la influencia francesa con elementos característicos de los estilos español e italiano. Con el tiempo, se incorporaron majestuosas coníferas, terrazas, esculturas exquisitas y un estanque, enriqueciendo aún más la belleza del lugar.
¿Cuál es su historia?
Pocos años después del fallecimiento del Duque del Arco, su viuda cedió la finca al monarca, integrándose así en el Real Sitio de El Pardo. Durante su época palaciega, este lugar se transformó en un entorno natural meticulosamente cuidado, caracterizado por jardines ornamentales, viñedos productivos y árboles frutales.

Frente a la fachada principal del palacio, se extiende una amplia explanada adornada con parterres florales. A ambos lados de este jardín, se encuentran áreas de diseño naturalista, compuestas por bosquecillos delimitados por setos de boj cuidadosamente recortados y senderos que serpentean entre ellos.
Jardines parecidos
El Pardo alberga un jardín de estilo neoclásico, caracterizado por sus amplias avenidas y glorietas. En épocas pasadas, la caza era una actividad habitual entre la realeza y la nobleza, lo que llevó a la construcción de cotos de caza, pabellones y residencias cercanas a los palacios reales. El Pardo es un claro ejemplo de esta tradición.
Intentos de restauración
Desde 1994, se ha llevado a cabo un esfuerzo continuo para restaurar la belleza natural de esta finca histórica. Durante la Guerra Civil Española, el palacete situado en estos jardines sirvió como cuartel general de la Quinta División del Ejército de la República, convirtiéndose en blanco frecuente de los obuses de las fuerzas Nacionales.
Aunque el interior del palacete no está abierto al público, este edificio tiene un significado histórico particular, ya que fue el lugar donde el entonces príncipe Juan Carlos celebraba audiencias antes del fallecimiento de Franco. En la actualidad, el palacete cumple la función de alojar a los jefes de Estado extranjeros que realizan visitas oficiales a España.